2025 será un año importante para los autónomos: es el año de transición antes de la implantación de la facturación electrónica obligatoria, a pesar de que casi siete de cada diez continúan facturando a mano, según datos de Billin, empresa experta del Grupo TeamSystem. Una práctica masiva que dentro de poco quedará prohibida y cuya multa, a partir de 2026, puede ascender hasta los 50.000 euros anuales.
La factura digital no es la única novedad del año que viene para este colectivo. Desde TeamSystem se aporta una breve guía con los principales desafíos para este colectivo en 2025, entre los cuales aparecen el IVA franquiciado, el subsidio para profesionales que se acercan a la edad de jubilación, las nuevas bases de cotización, las deducciones establecidas durante la pandemia…
La factura electrónica obligatoria. La Ley Antifraude obliga tanto a este colectivo como al de pequeñas y medianas empresas, pymes, a compartir electrónicamente la factura con Hacienda a partir de 2026. Y 2025 es, por tanto, el último año para adaptarse tecnológicamente a esta modalidad fiscal. Una adaptación que no solo es imperativa, sino que acelerará la digitalización y la inversión I+D+i de muchos profesionales.
En concreto, las fechas exactas para la introducción del nuevo sistema electrónico son el 1 de enero de 2026 para pymes y demás empresas, y el 1 de julio de 2026 para autónomos. Puede parecer que falta mucho, pero esta realidad contable está a la vuelta de la esquina, por lo que se recomienda que las empresas comiencen a anticiparse y a adaptarse progresivamente a la nueva normativa.
Así, se recomienda aprovechar las ayudas de Kit Digital -incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia- que concluyen en octubre de 2025 para incorporar a los negocios un software de facturación que posibilite que la digitalización de la factura salga prácticamente gratis.
IVA franquiciado con polémica. ¿Quién puede acogerse al régimen especial de franquicia de IVA? En los últimos meses ha habido rumores de que todos aquellos autónomos con ingresos inferiores a 85.000 euros anuales podrán acogerse al régimen especial. Pero realmente solo se librarán de pagar el IVA trimestral de 2025 en adelante aquellos profesionales que operen en estados miembros distintos de aquel en el que se devenga el IVA.
Es decir, entran los autónomos incluidos en la Directiva Europea 2020/285. Para el resto y a pesar de los rumores publicados en las últimas semanas respecto a la aprobación del IVA franquiciado, Hacienda, Agencia Tributaria y ATA, presentes en la mesa de negociación de la reforma fiscal, confirmaron que no hay avance alguno que haga pensar que el IVA vaya a desaparecer a partir de enero de 2025.
Subsidio para mayores de 52. Aunque aún no es una realidad, en las últimas semanas ha ganado enteros una idea del Ministerio de Trabajo de ofrecer a partir de 2025 un subsidio para trabajadores autónomos, mayores de 52 años obligados a cerrar sus negocios. Una medida interesante dirigida a apoyar a uno de los colectivos más desprotegidos de España que podría complementarse con la aplicación para aquellos autónomos que puedan acogerse al régimen de IVA franquiciado mencionado anteriormente para ahorrarles costes administrativos o la exención de la cuota de autónomos si no están siquiera facturando.
Nuevas bases de cotización. Estas proceden del Real Decreto-ley 13/2022, que establece una reforma para adecuar el pago de cotizaciones a los ingresos reales: el Ministerio de Seguridad Social detectó que el 80% de los autónomos optaba por la base mínima de cotización para pagar lo menos posible, por lo que el sistema estaba siendo deficitario en cuanto a su sostenibilidad en el tiempo.
El nuevo sistema de cotización vigente desde el 1 de enero de 2023, tras la nueva revisión y ajuste anual de los tramos, presenta cambios en la cuota de muchos autónomos, que aumentará en comparación con 2024.
Deducciones pandémicas. El mantenimiento de los módulos para autónomos en 2025 también es una realidad: los autónomos en módulos podrán conservar el próximo año la reducción general del 5% en el impuesto sobre la renta, una deducción lanzada durante el covid para reducir la carga impositiva de bares y negocios físicos que se ha ido reduciendo tras mejorar la situación económica.
Reducción jornada laboral. Aún no está en vigor y se abre paso con polémica: la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas es una promesa de la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz que ha sido presentada a consulta pública a finales de noviembre sin el apoyo de la patronal. Si sale adelante, obligará a empresas y autónomos con empleados (casi un millón de autónomos tienen asalariados) a rebajar la jornada hasta ese techo y a aplicar el registro horario desde el 1 de enero de 2025.
Artículo extraído de Diario jurídico
Comments